martes, 15 de septiembre de 2009

21.- JAIME BAYLY: LA FILOSOFIA GAY EN SU ESPLENDOR

- Los monólogos para audiencias de estúpidos puede ser una de tantas fórmulas de entretenimiento en países donde los televidentes poco afortunados de bagaje se cuentan por miles, como el Perú, un reinado donde alguien como Jaime Bayly puede gozar de credibilidad y “prestigio”, pese a que en algún momento su carrera de conductor conoció momentos de brillo en sus inicios en Panamericana Televisión y en “El Francotirador” de su primera etapa. Pero a medida que su sexualidad sale a flote venciendo sus represiones, junto a ella también afloran sus pervertidos excesos bajo la apariencia de excentricidad y aunque su talento no le alcance para ser un Wilde, es por lo menos un híbrido entre Truman Capote y Paco Ferrer.
- Se le ha atribuido por parte de personajes pertenecientes a su mismo estrato moral como Martha Hildebrandt una supuesta inteligencia y agudeza, pero ante la evidencia de lo visto de él, la sordidez a la que gusta recurrir en todos los aspectos de su vida y en especial en la literatura, es un recurso bastante barato y fácil de explotar para conseguir la celebridad; sordidez, procacidad y ligereza son ingredientes que garantizan el placer para mentes intoxicadas y ávidas de sexualidad primitiva. En caso de poseer Bayly un supuesto y mentado talento, está en deuda de mostrarse en unan obra con profundidades vedadas para la chusma morbosa.
- Jactancioso de su liberalidad, pero esta palabra que a priori es valiosa en muchos sentidos, es recurrida en su filosofía solo para la apología de la depravación sexual y el ensalzamiento ó justificación de los actos de personajes del mundillo homosexual limeño. En cambio intolerante Macarthista casi conservador cavernario ante las corrientes políticas que no sean de extrema derecha – encarnado en una obsesión enfermiza que siente por Ollanta Humala – evidenciando su doble filo en materia de principios, después de todo Bayly, un niño de alcurnia no escapa al temor que despierta entre la vieja oligarquía peruana la idea de un nuevo orden político social en su chacra peruana, ello explica su fanatismo indisimulable por Lourdes Flores a quien no pierde la oportunidad de vitorear en su programa y tomar un test de simpatía por ella en buena parte de sus invitados: “… votó por Lourdes un aplauso por favor…” es casi un estribillo de su set televisivo; alguna vez efectuó un llamado público al voto en blanco durante las elecciones del año 2001 junto a su amigo de sociedad Alvarito Vargas que fue acatado por ellos mismos apenas, demostrando que su única habilidad en cuanto a faenas políticas es su facilidad para el ridículo.
- Procaz y estupidizante en extremo en su trabajo de conductor entrevistador, siendo tan superficial por momentos como para averiguar temas como marcas de papel higiénico, ropa, gustos en viajes, adornos, juegos sexuales y caseros, etc., entre sus entrevistados, sus entrevistas son un himno a la frivolidad más limítrofe, y en no pocos casos a la complacencia ante sus invitadas femeninas de ocupaciones tan ligeras como modelitos, actrices, etc. convirtiendo a veces su programa en un salón de coqueteo homosexual; todo ante la celebración de decenas de tontos que asisten a su programa y celebran cualquier bodrio.
- Pero tal vez los peores elementos de su personalidad sean sus facetas de vulgar depravado sexual, racista e intolerante; no se trata que de de por sí su tendencia sexual sea criticable, sino de lo que ello agrega al arsenal de la perversidad de estos tipos: tendencia irrefrenable al escándalo, malicia y locuacidad femenina al servicio de la infamia, una hipócrita afabilidad que no escatima en utilizar a terceros para sus fines subalternos como cuando efectúa una alianza estratégica de hambre y necesidad con la madre de la niña Zaraí Toledo y la misma niña para hostigar al presidente de entonces aunque en el fondo gente de las rasgos cobrizos de gente así le despierta ascos. Muestra de ello fue su solapadamente discriminatorio trato que brindó al congresista de color José Luís Risco en la primera oportunidad que lo entrevistó, los tufos en el mismo sentido que profería contra la candidatura de Fujimori en su primera campaña de 1990 y sus escarnios preferenciales contra Alejndro Toledo y Ollanta Humala. Suma a ello su facilidad para el chisme barato como el que deslizó sobre el tratamiento psiquiátrico que recibió alguna vez Alan García por parte de un galeno que cometió el error de contárselo a la persona menos indicada. La animadora radial Wendy Menéndez también sufrió en una entrevista un trato despectivo y vengativo propio de un histérico gay despechado, aunque esta nunca perdió su característica risa pese a los lisos y llanos insultos que recibió.
- Aún con todas esas taras encima, Jaime Bayly no ha perdido su credibilidad e influencia en el medio peruano como lo demuestra el papel que jugó en desmoronar a la ya de por sí alicaída selección peruana de fútbol, pese a venir de alguien que no es ejemplo de virtud ni para sus propias hijas. Que duda cabe que Bayly es el líder de opinión que un país como el Perú hizo los méritos para merecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario