miércoles, 16 de septiembre de 2009

05.- LOS AMIGOS DE FUJIMORI: LLUVIA DE MILLONES

Chiflados y Bufones en el Congreso:
- Si nos propusiéramos en buscar un caso de servilismo rastrero que rebajó dignidades hasta los antros más sórdidos de la conciencia humana, no tendríamos que pensarlo mucho y nomás recurrir a la historia reciente e inevitablemente llegaremos a la piara de elementos que formaron en el congreso el soporte político de fachada del gobierno de Alberto Fujimori en especial desde 1992. Diversos motivos los animaban a jugar el papel de congresistas hasta alcanzar las cotas de sumisión mas degradantes, desde el apetito del poder, el chantaje basado en millonarias propinas en la salita de culto del SIN (Servicio de Inteligencia Nacional), chantaje sexual con sus videos en “Las Suites de Barranco”, el conocimiento de las más íntimas cochinadas de sus vidas personales y de negocios, en unos cuantos fue la sincera creencia como acto de fe en un seudo Mesías encarnado en Fujimori ó finalmente el mero y vulgar afán de lucro, la cual alcanzó su cumbre tripera durante la presidencia de Martha Hildebrandt en el congreso donde se organizó una orgía romana de dádivas generosas acorde a su voracidad monetaria.
- En 1992, con motivo de remendar el autogolpe de ese mismo año que cerró el congreso – y luego de coordinaciones ante la OEA y debido al reclamo público –, se llamó a elecciones para una nueva composición del parlamento como CCD (Congreso constituyente democrático) que debía elaborar una nueva constitución. Aprovechando la favorable marea de popularidad presidencial producto de la decisión política firme de combatir el terrorismo, pero en especial del trabajo policial de inteligencia que golpeó duramente a la cúpula senderista que se derrumbaba como dominó, el partido de gobierno obtiene gran cantidad de curules y mayoría, aunque es razonable pensar que ya a estas alturas la maquinaria montesinista aportaba su toque bonificador a favor del fujimorismo en este proceso. De repente y sin darnos cuenta, una institución – aún con todas sus taras burocráticas – que alguna vez se nutrió con las mejores oratorias de la nación se vio invadida por pragmáticos analfabetos morales, funcionales y por desuso, aquellos llegaban dispuestos a todo; con el pretexto de la patria como fin supremo y actuando con asentimiento complaciente de todos los actos de violación a las reglas democráticas y la decencia elemental cometidas por el triunvirato Fujimori – Hermoza – Montesinos; esta nueva camada hizo del debate político una bufonada. Este fenómeno coincidió con una etapa de cambios reclamada desde inicios de los noventas debido en gran parte al incompetente gobierno aprista que precedió al de Fujimori.
- El paso de los meses y el curso de los acontecimientos que determinaron una forma peculiar de dictadura, también empezaron a revelar la pobreza de los seres que debían dar respaldo político legislativo al gobierno, y por si fuera poco, se inauguró la modalidad del transfugismo mediante la cual algunos congresistas – intrascendentes de seso pero que sumaban votos – de otras bancadas se sumaban al grupo fujimorista por diversos motivos que iban desde el chantaje hasta la conveniencia personal.
- Así empezaron a destacar en ese circo nombres de nauseabunda recordación como Gilberto Siura, Ricardo Marcenaro, Luz Salgado, Martha Hildebrandt, Martha Chávez, Carmen Lozada, Martha Moyano, Luís Delgado Aparicio, Daniel Espichan, Cesar Larraburre, Oscar Medelius, Andrés Reggiardo, Víctor Joy Way, Jorge Velit, Luisa Cuculiza, etc. Toda una colección de disfuncionales en diversos rubros de las taras humanas.
- La constitución del año 1979 vigente entonces prohibía la reelección presidencial y para evadir este inconveniente a los apetitos de poder del triunvirato todopoderoso en el gobierno, se presenta el proyecto de reformarla con diversos pretextos de “modernizarla”, pero el grosero fin supremo de renovar la carta magna era el permitir la reelección presidencial en el siguiente proceso con todas las ventajas que detentar la maquinaria del estado le suponía. Así la bancada oficialista dio rápido trámite al proyecto que se aprobaría en un referéndum cuando ya el oficialismo gozaba de amplísimas ventajas. Luego llegó la “Ley Cantuta” para permitir una farsa de juicio al grupo Colina en el fuero castrense y no en el civil, proyecto cocinado en el SIN y “propuesta” en el parlamento por el mayordomo Gilberto Siura, después fue el turno de la operación “Bulldozer” para allanar el camino hacia la segunda reelección con la “ley de interpretación auténtica” para permitir la ilegal segunda reelección consecutiva, el desaforo del tribunal constitucional que había osado votar en contra de la segunda reelección, la ley de amnistía para los militares del grupo “Colina” ya condenados – simbólicamente a la vista de los privilegios con que contaban en su “arresto” cuartelario – por el fuero militar. La pausa electoral de 1995 solo dio más de lo mismo, congresistas oficialistas cada cual más serviles.
- Entre las primeros amaestrados de estos obedientes serviles – sería imposible determinar con exactitud la magnitud de sus andanzas cometidas en los contubernios más íntimos del partido, – podemos citar para empezar a Gilberto Siura, quien en el caso de la desaparición de los estudiantes de la Universidad La Cantuta – que fueron como se confirmó posteriormente, asesinados por un escuadrón clandestino del ejército llamado “Colina” al mando de Martín Rivas, – jugó un triste papel de defensor a ultranza de dichos asesinos, negando ligeramente la autoría de estos a priori, en una defensa que llegaba a la histeria y a la burla involuntaria, llamando incluso a que estos aparezcan de su probable “autosecuestro”, tesis que también deslizó la sufrida esposa honoraria de los militares Martha Chávez; pero la verdad empezó a abrirse paso inicialmente por informaciones clandestinas de honestos militares en desacuerdo con esa política de guerra sucia; el mal nacido Siura tuvo la desfachatez de insinuarle a la madre de Amaro Condor uno de los desaparecidos que este se habría fugado con su novia en una aventura adolescente; el propio Fujimori siempre tomó con su característica sonrisa despectiva el tema hasta el día de su extradición y posterior sentencia, por supuesto que para el momento del juicio condenatorio a Fujimori y el comando “Colina” por dicha matanza, la sonrisa de Fujimori quedó truncada para siempre y Siura quien fue ardoroso impulsor de infames leyes para no tocar a los asesinos nunca asomó la cola. La banda oficialista en el congreso tampoco podía dejar de jugar su papel y en todo momento intento entorpecer las investigaciones en ese fuero, hasta llegar al éxtasis de su impudicia al aprobar diversas leyes a favor de los asesinos (la ley “Cantuta” que pasaba ese caso al fuero militar y la ley de amnistía a los militares), para ello se apoyaban también en otros execrables ad honores de su misma calaña de la ginecoide bancada de Renovación de Rafael Rey – incluyendo al futuro servicial Canciller Francisco Tudela –, nada se podía hacer desde la aguerrida oposición ante la maquinaria pesada del gobierno que incluía la fraudulenta mayoría parlamentaria, el ejército, el intervenido poder judicial incluyendo fiscalía de la nación, prensa y en especial el romance de la dictadura con la chusmería que en las calles lo vivaba como barra brava.
- Se ha estereotipado que la gracia física y la estupidez son compatibles en los humanos, lo que llevaría a la relativa conclusión lógica que al contrario el infortunio estético y la brillantez tendrían una compensadora afinidad en el equilibrio de la vida, pero en nuestra variopinta fauna política existen seres que violando las simbiosis naturales acrisolan en ellos los peores atributos deseables a la humanidad, un ejemplo de aquello son los de Carlos Raffo y Luis Delgado Aparicio. Ambos estrogenicamente apasionados a la hora de defender a su ídolo de barro Fujimori, llegando casi a la histeria; las declaraciones de Delgado Aparicio en el momento de gloria de la dictadura son un perfecto ejemplo de un ser sin amor propio y entregado a un líder de algo más parecido a una secta fanática religiosa, luego, poco valeroso en la adversidad reclamando destempladamente por la ruda represión policial a una marcha donde participaba durante la persecución por la justicia a los fujimoristas y aflorando en su prepotencia de clase social durante el lamentable caso de la discoteca Utopía donde en su desesperanza por la búsqueda de su justicia particular llegó a calificar como amante de Eliane Karp a uno de los implicados del caso utopía en una actitud de chismosa lenguiviperina de bajos fondos.
- Algunos de estos elementos se hacían notar por su caquéctica inteligencia como César Larraburre, autor de discursos lamentables y cantinflescos en defensa de sus amos, sus faenas en las camas de las “Suites de barranco” lo volvieron una de las geishas más fanáticas del régimen, y en igual categoría se podría calificar a tipos como Daniel Espichan, el fiel mandadero en la defensa de las botas militares y a la elemental Carmen Lozada, una mujer con el vuelo intelectual de chavetero de la parada y con la fineza de Laura Bozzo, en igual línea de glamour callejonero Luisa María Cuculiza, la dueña de la lengua más séptica de la historia republicana del Perú, fue incorporada en los últimos tramos del gobierno para reforzar la infantería de la vulgaridad del partido. Oscar Medelius haciendo uso de los recursos de su notaría participó en falsificaciones masivas de firmas por lo cual terminó huyendo del país para ser luego capturado; Ricardo Marcenaro era un caso típico del pobre diablo sin luces que llega al poder, con el pecho henchido de orgullosa petulancia, defendió a capa y espada todo adefesio legislativo que sus patrones enviaban desde palacio o el SIN. El papel de esta gente se limitaba al bramido apologístico en el parlamento en las farsas de debates cuyos resultados en las votaciones estaban digitados de antemano en el escritorio de Vladimiro Montesinos aprovechando la amplia y fraudulenta mayoría de la que gozó el fujimorismo en sus dos periodos, sin ningún papel relevante en lo estratégico hasta donde no les alcanzaba autoridad ni talento, además de ser los más fieros y rastreros voceros ante la complaciente prensa parametrada.

Los Mercaderes del estado:
- Otras Joyitas del escaparate fujimorista destacaron antes que en el ámbito parlamentario en el plano de los negocios donde aprovecharon la década dictatorial para llevar aguas muy verdes a sus molinos; el caso de Carlos Boloña Behr, empresario y ministro ultra-neoliberal favorito de Fujimori, casi un sacerdotiso fundamentalista de Milton Friedman, quien además de favorecerse de sus influencias para impulsar mediante amplias facilidades sus negocios particulares – como la conversión de su instituto San Ignacio de Loyola en una universidad y mediante el lobbismo para la creación del sistema de AFP donde también incursionó –, se dio tiempo en su ejercicio del Ministerio de economía para fungir de cajero de la corrupción hasta el último día del régimen, generoso en extremo con la banca privada – con el dinero del estado demás esta decir – como el pago sobrevaluado de 1992 a la banca comercial y el salvataje del Banco Latino que favoreció a sus entrañables amigo de la familia Picasso – difícil pensar no haya recibido una generosa comisión de los ampliamente beneficiados con estas operaciones, ya que en ambos casos se trató de montos por cientos de millones –, luego su ultramillonario aval para la campaña gobiernista del CCD de 1992 y el acto final de su actuación con la ilegal entrega de los quince millones de dólares de indemnización a Montesinos en las tensas negociaciones entre los capos de la mafia gobiernista en las agonías del 2001 antes de la fuga de Fujimori, además de ser el candidato Montesinista para suceder al presidente en caso de haberse efectuado un golpe de estado orquestado por Montesinos; como se ve Carlos Boloña era un todo terreno en las cloacas más fétidas de la política de los noventa. En su faceta empresarial privada también no ha dejado de hacer gala de su pusilanimidad en sus manejos de la empresa Copertex donde siempre ha dado un trato inhumano propio de negrero belga a sus trabajadores.
- Luego Víctor Joy Way, el congresista huanuqueño, figura del círculo mas selecto, quien luego de sus defensas rastreras y ardientes al régimen durante en el primer periodo se hizo más cercano al presidente desde el segundo periodo, ejerciendo altos cargos de gobierno y se convirtió en enlace del asesor Montesinos con dueños de los medios de prensa que ofertaban su línea editorial, merced a lo cual aparece como actor principal de reparto en algunos de los “Vladivideos”. Con la caída de la gracia fujimorista, se acaba su buena aura y se le descubren dos cuentas en Suiza por montos en millones de dólares que no podría justificar legalmente y eran provenientes de negociados donde favoreció descaradamente a empresas chinas proveedoras de medicinas a apunto de vencer y tractores de pésima calidad donde se empapó de millonarias comisiones ilegales, lo que ya constituye todo un protocolo en los negocios con dineros estatales en el Perú desde el primer gobierno de García, por dichos acto Joy Way fue sentenciado a ocho años de cárcel, pero ya antes había amasado una cuantiosa fortuna junto a su esposa Lilia Troncoso – también sentenciada – que invirtió en parte en rentables cadenas de farmacias, y hoy ya en libertad disfruta de sus rentas de esos venturosos años.
- En realidad la lista de integrantes de la mafia de esos años es amplísima y podrían citarse tantos otros nombres en diversos ámbitos; en el poder judicial Alejandro Rodríguez Medrano, la ex Fiscal de la nación Blanca Nélida Colán; en el plano ministerial Jorge Baca Campodónico, Absalón Vásquez, Augusto Blacker Miller, Oscar de la Puente, Jaime Sobero, Alfredo Ross, Víctor Paredes y Augusto Antonioli; en el transfuguismo parlamentario Miguel Ciccia, Roger Cáceres Pérez, Waldo Ríos, Edilberto Canales, Gregorio Ticona, Antonio Palomo, Mario Gonzales, Susy Diaz, Ernesto Gamarra; también los miembros de cúpulas económicas tradicionalmente intocables no podían dejar pasar esta oportunidad de latrocinios tal como lo ha sido desde los cimientos guaneros del estado oligarca, y así fueron seducidos por la oportunidad hombres como el ex ministro y empresario Jorge Camet Dickman – que luego de su paso ministerial recaló en los directorios del Banco de Crédito y Telefónica, empresas a quienes por supuesto en su debido momento favoreció con generosas prebendas en su paso por el influyente ministerio de economía –, Dionisio Romero, Eugenio Bertini; la instancia militar estaba podrida desde la cabeza en la persona de Nicolas Hermoza Ríos y otros que ejercieron diversos cargos como José Villanueva Ruesta, Víctor Mallca, César Saucedo Sánchez, Carlos Bergamino Cruz, Julio Salazar Monroe; finalmente la familia presidencial no fue ajena al saqueo y se involucraron las hermanas Juana y Rosa quienes mediante las ONGs AKEN y APENKAI no perdonaron ni los trapos donados, eso en el estrato mas pirañesco de la familia, pero ya en lo formal el cuñado de Alberto Fujimori y esposo de Rosa, Víctor Aritomi, embajador en Japón por muchos años, fue pieza clave de enlace encaletando sumas de dinero hacia el Japón – como se sabe en el terreno diplomático se evade cualquier control amparados en la respectiva inmunidad – adonde huyó después el dictador en desgracia, y mediante empresas testaferras ligadas a la Compañía de Seguros Popular y Porvenir donde el hombre clave era el director Augusto Miyagusuku Miagui, protagonista de uno de los casos mas escandalosos de encubrimiento por parte del poder de esos días. El botín amasado por la organización delictiva fujimorista fue incalculable y de ella se nutrieron desde los mencionados hasta testaferros, familiares, amigos, mascotas, amantes, etc. Si algún nombre en la lista de esta honorable banda fue omitido disculpara tamaño e involuntario desplante.

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