-Un personaje digno aperturante para una galería de pícaros nacionales, es el dos veces excelentísimo presidente constitucional de la república del Perú, Don Alan García Pérez. Personaje de tinte demagógico, mesiánico, megalómano y solemne; de andares nunca desapercibidos desde que inició su participación en la vida pública nacional y en cuyo repaso biográfico se requiere tal vez un breve exhorto de algunos aportes de las ciencias de la conducta y la pericia contable. Prometedor político desde su más temprana infancia, ostento de una inteligencia sobresaliente en toda aula por donde pasó y en cada foro formal o improvisado donde parlaba y donde ya daba muestras de su agudísimo verbo, oportuna bendición para los intereses futuros de su partido, lo cual sumado a su presencia física llamativa e impresionante tono de voz le garantizaba la apertura de muchas puertas, chequeras y voluntades entre el electorado.
- Abogado formado en el Derecho y Letras en las Universidades Católica y San Marcos, con Post grados en Madrid y París; de su juventud se cuentan anécdotas simpáticas y diversas, que más allá de lo trivial dan algún indicio de su particularísima personalidad, entre los que se narran desde el eufórico toreo de autos en medio de la avenida Wilson del centro de Lima hasta juergas con guitarra en mano en el Metro de París mientras estudiaba en esa ciudad. Evidentemente en los claustros estudiantiles no sería ajeno a las mareas políticas en aquellos tiempos de efervescencias ideológicas antagónicas por abrazar y defender.
- Un buen día y llevado por la influencia familiar Alan García sintió el llamado de la zarza ardiente y formalizó su afiliación al Partido Aprista, donde desde un inicio el brillante compañero empezó a sobresalir en sus juveniles cuadros y llegó a convertirse en uno de los discípulos favoritos del viejo líder y fundador Víctor Raúl Haya de la Torre. El APRA era en esos nostálgicos y aguerridos tiempos un partido de corte popular con una base ideológica socialista y antiimperialista, el cual en sus épocas más románticas sufrió la persecución de la Oligarquía peruana, tradicional y abusiva dueña del poder en el Perú y representada por Manuel A. Odría en ese entonces. Su posterior compadrazgo con quienes alguna vez lo persiguieron, dieron un primer indicio de una actitud oportunista que más adelante se convertiría en norma del partido, expresada también en los actos políticos de su segundo gobierno del 2006 desde la campaña previa en sí cuando pasaron de una posición radical de oposición al Tratado de Libre Comercio con EEUU a ser favorables a ella por cálculo electorero y cuando realiza una desvergonzada alianza parlamentaria con la banda fujimorista en el Congreso que también alguna vez los persiguió.
- Elegido diputado en 1980, muy joven, en la época de la vieja política que daba un importante espacio a la retórica para las galerías, Alan García asciende supersónicamente al estrellato político en las algo frecuentes interpelaciones a los ministros del régimen del Arquitecto Fernando Belaúnde Terry, esas impresionantes participaciones haciendo gala de su desparpajo y lucidez de verbo lo catapultan a convertirse en el candidato presidencial del APRA en las elecciones de 1985. Mientras tanto, las bases socio-políticas de la vida peruana venían siendo deterioradas por el amenazante fenómeno terrorista de de Sendero Luminoso, cuyo gobierno Belaundista manejó desfasadamente en una lucha de la chaveta de los bajos fondos del comunismo Maoísta que intentaba ser enfrentada por el gobierno Acciopopulista a moralinas y en duelo de caballeros. El pueblo peruano aún en incipiente proceso de maduración democrática y fácilmente presto a la conquista de sus votos, pero también harto de la ineptitud buscaba una salida en un líder de esperanzadoras condiciones y Alan García aparentemente reunía esas aptitudes, con su vehemencia, oratoria y expresividad conjugadas en una mezcla electoralmente letal para cualquier contrincante, y el mejor terreno para capitalizar su tan particular talento, era lógicamente un pueblo lleno de taras ancestrales como la proclividad al culto a la personalidad, la adoración por la imagen y la fragilidad emotiva ante el verbo fluido, seductor y efectista.
- Así la oportunidad para el primer intento mesiánico de García llegó en las elecciones presidenciales para el período 1985-1990, siendo elegido abrumadoramente derrotando al inusualmente ponderado candidato Izquierdista Alfonso Barrantes Lingán, pero para su mala suerte – y peor aún de los súbditos gobernados de turno – los problemas que aquejaban al Perú de entonces, requerían más que oratoria tumultuosa y efluvios de entusiasmo hormonal desbordante; la guerrilla del sanguinario Partido comunista Sendero Luminoso y su perverso líder Abimael Guzmán, mantenían en permanente jaque al estado peruano, la escasa prudencia de García para manejar los problemas económicos y alarmante inoperancia ante el fenómeno terrorista hizo desear a sus súbditos peruanos el término de su mandato cuanto antes durante los últimos años de su periodo, al final del cual las cifras pintaban en rojo intenso en todo sentido, el pueblo peruano hubiese preferido un huracán caribeño antes que su torpe mano como gobernante.
- Al margen de su actuación puramente política, los años 80 eran tiempos de aún escasa pasión periodística y ciudadana por husmear y fisgonear la vida privada de los personajes públicos – lo que hoy constituye una oprobiosa industria copiada de los estratos más amarillentos y sórdidos de la prensa de los países desarrollados y cuya predominancia de hoy en el medio peruano se le debemos a algunos primates decadentes de nuestra actual sociedad – ; este vacío de esos tiempos nos impidió gozar del recuerdo gráfico de sus escapadas nocturnas de palacio de gobierno en motocicleta con dirección desconocida, pero si quedaron registros de sus inclinaciones al canto popular y al pilotaje de naves aéreas como muestra de su seriedad.
- Fuera de esos actos lindantes a la frivolidad, su leyenda oscura se teje desde los entretelones de ese primer gobierno con sus preferencias hacia empresarios amigos y cercanos a la alta esfera aprista con el dólar MUC subsidiado por el estado y con el cual dispararon sus fortunas en tiempos de hambruna inflacionaria del pueblo peruano, sus conciliábulos en los negociados del inconcluso Tren eléctrico, sus productivas reuniones tratando temas de aviones Mirages con el traficante de armas Abdul Rahman El Assir , sus insustentables casas de playa, su vista gorda ante el expolio de los negocios del estado por parte de funcionarios apristas como el muy angustiado por los dineros públicos ex ministro de Pesquería Rómulo León Alegría, el ex ministro de Agricultura Remigio Morales y muchos más que quedaron bajo la protección del silencio y cuyas cuentas corrientes crecieron en forma exponencial; en materia de comisiones y otros favores, algunos aportes a su fortuna personal quedarán para siempre al amparo de su conciencia. Pero el tiempo trae de la mano el olvido y permitieron su insólito regreso años después.
- Aún así este primer lustro de desgobierno aprista nos dejó deliciosas joyitas como frases para la historia de la vergüenza y el ridículo: “¡¿Como es la mía?!” reclamando su porcentaje durante las negociaciones por el tren eléctrico con un tal Siragusa, “En política no hay que ser ingenuo”, “Felicito la mística de los integrantes de Sendero Luminoso digna de imitar”, “Yo no me iré como otros a esconderme en París”, “los asesinos del frontón no se irán a esconder a algún cuartel…” etc. Pese a que la lista de irregularidades que se le atribuían al final de su gobierno incluía asesinatos extrajudiciales, enriquecimiento ilícito, coimas en la compra de aviones Mirage, venta irregular de acciones de la deuda externa, licitación fraudulenta de un tren eléctrico, los acontecimientos circunstanciales favorecieron su fuga y la tan cómoda como oportuna prescripción.
- Nunca reconoció su plena responsabilidad por su caótico primer gobierno que pauperizó hasta el límite a un país entero – salvo a sus amigos empresarios y funcionarios apristas –, destruyó ahorros de vidas, y permitió el crecimiento de una banda terrorista, producto de su estilo personalista arrogante e irresponsable; alguna vez solo excusó a regañadientes una tibia disculpa por esas barbaridades durante una entrevista con el agudo periodista César Hildebrandt; su psiquiátrica petulancia siempre fue incompatible con los mea culpa.
- El autogolpe del 5 de Abril por parte de Alberto Fujimori le obliga a una novelera fuga tragicómica por los techos de su casa y le da el pretexto perfecto para salir del país por una década y permitirle la prescripción de sus procesos judiciales; el ciudadano japonés que se apoderó totalitariamente del gobierno del país por una década tenía una especial afinidad moral por Alan García demostrada en el apoyo de García a la campaña fujimorista de 1990 y el retributorio trato preferencial del gobierno aprista a Fujimori durante su llegada de vuelta al Perú mediante extradición en el 2008 y las posteriores componendas políticas parlamentarias entre apristas y fujimoristas. Durante su estadía en Francia su fiel correligionario Jorge del Castillo justificó su cómoda estancia parisina mediante un aporte común partidario, cosa que no coincidía con las versiones de Alan García, el origen financiero de su relajada vida en un lujoso departamento en París probablemente en detalle sólo lo sabe el propio García.
- Imprudente y lleno de exabruptos con frecuencia en su oratoria desbocada, sumándole su característico elevamiento del mentón con la soberbia de un emperador medieval y atribuyéndose una supuesta autoridad de ser inmaculado moralmente, algo que por supuesto esta lejos de poseer, algunas muestras de ello como cuando prácticamente echó a los brigadistas españoles llegados para apoyar por el terremoto en Ica del 2007, la recriminación a los policías que reclamaban por su seguridad y la de sus compañeros asesinados durante un desalojo en el norte del Perú: “¿y que querían un trabajo de oficina?”. Sus cada vez más tediosos discursos parecieran estar dirigidos a mentes endebles y sufridos oyentes, aunque muchos de ellos funcionarios del estado están obligados a escuchar para garantizar su estabilidad laboral probablemente.
- En otros ámbitos de su rica biografía, es evidente su interesante faceta de procaz e inescrupuloso enamorador; “No desearás a la mujer de tu prójimo” dice un mandamiento del credo cristiano al cual Alan García parecía abrazar a la vista de sus públicos paseos por la iglesia y las procesiones de Octubre; pero fue un compañero aprista llamado Víctor Raúl Sotelo Tamayo quien fue involuntario testigo de esa habilidad del por entonces ya todopoderoso líder dentro del partido aprista; era un día de una fiesta de onomástico de un compañero aprista magistrado del poder judicial en el 2005, no era la fiesta del chivo pero Don Alan García quería emular al libidinoso Rafael Trujillo, el ilustre dictador bananero de República Dominicana; a esa reunión asistieron correligionarios apristas y el Señor Sotelo acudió con su joven esposa Dayana Dal Pont, madre de sus dos hijos, la belleza de la señora Dal Pont de Sotelo era evidente y no pasaría desapercibida para el líder partidario, quien según las crónicas a media voz, reincidía en sus apetitos por bailar con ella ante la vista de los asistentes sin importarle el que dirán y demostrando el respeto que le merecen los pisoteables. Posteriormente según el propio Víctor Sotelo, Alan García aprovechando sus influencias consigue el teléfono personal de la señora Dal Pont e inicia un insistente cortejo que la dama ocultó a su esposo y finalmente ella cede a los requerimientos de García ocasionando el divorcio de la pareja y el consiguiente daño a una familia formada. Víctor Sotelo entabla una demanda por daño moral a su familia a la vista de lo evidente, pero las influencias de un poderoso como Alan García por supuesto están por encima de estos intentos de cualquier ciudadano común.
- Ya antes durante su primer gobierno se había rumoreado con insistencia y con versiones de peso, un affaire suyo con una conocida periodista adscrita a palacio de gobierno, la cual años después se hizo la ofendida cuando el candidato Alejandro Toledo se lo insinuó frente a cámaras durante una entrevista de ella a García, dicho sea de paso tan distinguida dama fue una de las muchas periodistas muy serviciales al régimen dictatorial de Alberto Fujimori lo cual la pinta entera en sus firmes principios. Su capacidad de seductor incorregible salta a la vista durante sus entrevistas televisivas en las cuales muchas alegres periodistas han sucumbido ante los encantos de su diabólica sonrisa de virtuoso galán.
- Durante la formación de los cuadros para la campaña del 2006, ya era sabido en el ambiente del partido la mala imagen ante García e históricos líderes del partido, del ex-ministro de pesquería de su primer gobierno Rómulo León Alegría debido a sus inocultables apetitos por los dineros públicos – tenía un juicio por enriquecimiento ya fenecido gracias al cómodo recurso de la prescripción –, pero este se las arregló para seguir mordiendo la pulpa del poder y presentó en sociedad política Aprista a su guapa y joven hija Luciana León proponiéndola ante su amiguísimo y muy influyente líder dentro del partido Jorge del Castillo para ocupar una vacante en la lista parlamentaria, Alan García previa rápida apreciación de la buena presencia de la jovencita aprobó su participación en la lista por encima de viejos y preparados líderes, hasta un viejo político como él podía hacer excepciones sustentadas en sus hormonas maduras.
- Justamente durante la campaña 2006 dio otra muestra de su capacidad magistral para
manipular a las ingenuas masas creando un contrapunto mediático con el dictador venezolano Hugo Chávez ya convenientemente desprestigiado antes por sus propios actos los cuales eran bien explotados por la prensa parametrada a la derecha, el apoyo abierto de Chávez al candidato Humala llevó a una extrapolación de la imagen de uno al otro – aunque la imagen de Humala aisladamente ya había sido atacada gratuita y ferozmente por la prensa al servicio de la derecha peruana al percibirla amenazante a su status – y con esos dimes y diretes de nivel bajofondino entre Chávez y García donde García aparecía encarnando las virtudes de un Perú ofendido, llevó caudalosas aguas para su molino y finalmente las circunstancias se dieron para su vuelta a palacio, lo que para finales de 1990 parecía un disparate, pero el incompetente de los 80 había vuelto a palacio.
- Ya durante su segundo y al inicio desestresado gobierno – producto de la tranquilidad del entorno mundial por ese entonces y una generosa herencia obtenida mediante la disciplina económica de sus antecesores – eran días de reverdecida popularidad cuando salía a dar sus acostumbradas moralinas a mentón elevado y en una de ellas “rescataba” los valores de la familia en un discurso y no dudó en vestirse de morado para saludar el tradicional paso del Señor de los milagros, mientras tanto en esos días, el periodista César Hildebrandt recibía la información sobre un oculto hijo extramatrimonial del presidente lo cual convenientemente García nunca comentó públicamente – más aún para efectos electorales – al pueblo peruano, lo cual ante la inminencia del conocimiento y dominio público de tal información, Alan García apresuró en dar a conocer al periodismo en apurada conferencia de prensa donde hizo gala – por enésima oportunidad – de su cínica capacidad histriónica calificando a la virtuosa madre del niño como una “dama de altas cualidades” en presencia de su señora esposa, inventando burdamente que tuvo una separación temporal de seis con su esposa, tiempo en el cual concibió a su sexto hijo.
- Su menosprecio de conciencia hacia los utilizables ciudadanos corrientes – como a quienes no comulgan su religión aprista y opinan diferente – saltan a la vista ante un breve análisis de sus peroratas y su personalidad doblemoralista, su célebre patadita al trasero de un humilde retardado mental durante una marcha partidaria muestra como apenas una punta de iceberg la doble personalidad de Alan Garcia: solemne y moralero en público y despectivo fuera de las luces; una oportuna y deliciosa foto ilustró este momento inolvidable.
- Por supuesto que los momentos de fugaz bonanza económica empresarial durante su segundo gobierno fueron aprovechados para su hábil propaganda personal atribuyéndose el mérito cuando en realidad eran producto de una generosa herencia y de una favorable situación global mundial, más cuando la crisis mundial tocó las puertas se apresuró a echarle la culpa a ella como cuando justificó su primer desastroso gobierno al contexto de violencia política, o como cuando alguna encuesta lo daba por debajo de sus expectativas convertía ese resultado en un “pero menos mal las opciones antisistema no obtienen buen porcentaje”, su insano orgullo nunca le permitiría aceptar derrotas o responsabilidades con humildad. Su lengua tiene la alegría de mujerzuelas de los programas cómicos sabatinos, la ligereza de un estropajo de cantina de mala muerte y el veneno de cobra africana, su exagerada elocuencia lo hace inevitablemente caer en delirios disparatados y ridículas afirmaciones que seria ocioso analizar en minucia, se le ha escuchado prometiendo la pena de muerte, ofreciendo colocar al Perú como la primera potencia de Sudamérica, superar el desarrollo económico chileno y llevarlo al primer mundo, organizar las olimpiadas, construyendo cárceles en la selva para los corruptos, advirtiendo a Chile a no atacarnos, etc. Hasta cierto punto es preocupante en lo que respecta a su salud mental.
- Uno de sus más recientes exabruptos lo encuentra en medio de una reunión con empresarios extranjeros y en presencia de la prensa, prometiéndoles en el más morrudo cinismo “como ya lo demostró antes” que estaba en capacidad de garantizarle un próximo gobierno muy amable a los grandes intereses empresariales, refiriéndose a como petardeó la candidatura de Mario Vargas Llosa cuando la campaña de 1990 utilizando la maquinaria del estado a favor de su impunidad, se cuenta que la noche de los resultados finales de esa elección tuvo el mal gusto de aparecerse en las oficinas de un pasquín “Página Libre” – creado para apoyar la cruzada de Fujimori contra la derecha – a celebrar esos resultados. Ello ofrecía tácitamente de paso cerrar el paso a cualquier intento de Ollanta Humala de acceder al poder, en los día siguientes ofreció otra cantinflesca explicación a sus ligeras palabras.
- La afinidad y los amores entre arpías, gallinazos, chacales, etc., es siempre efímera y vaivenesca en política, donde los principios son desechables a demanda y conveniencia, personajes que alguna vez denostaron de Don Alan García cuando prófugo – es bien sabido que es un difundido deporte nacional el hacer leña del árbol caído – luego se colocaron en servil fila a sus órdenes cuando el juego del destino lo colocó nuevamente en el poder, así Javier Valle Riestra, Hernán Garrido Lecca, Rafael Rey quienes alguna vez lo adjetivaron o calificaron en diversos estilos de manera nada cortés terminaron en su rebaño de funcionarios o admiradores, las vueltas que daba la vida.
- El confeso bisexual periodista Jaime Bayly alguna vez deslizó un dato probablemente confidencial de un destacado galeno sobre un tratamiento psiquiátrico de Alan García en basa a Carbonato de Litio y con aquel dato inició una minicampaña contra su candidatura en las elecciones del año 2001, luego terminó declarando su admiración casi lujuriosa por la persona y la presencia física del candidato, lo cual de paso demuestra que los varones de nacimiento pero afines a la femineidad no son muy dados a guardar secretos de confiar.
- Es evidente como Alan García tiene la inquebrantable costumbre de manipular todo alrededor suyo – por algo en su primer gobierno sus ministros eran tildados humorísticamente como secretarios – y no acostumbra a consultar sus decisiones sino a imponerlas y esperar que los demás le den curso, una muestra de ello fue su unilateral propuesta de cambiar las normas educativas del país mediante una serie de reformas con su “iluminado” sello personal que incluían la evaluación escrita de los maestros del Perú, lo que su secretario de turno que fungía de ministro de educación de entonces se apresuró en tramitar muy solícito, esto de hecho provocó resistencia entre el magisterio a lo que García replicó con su característica demagogia “que el sí se sometía a exámenes todos los días ante los periodistas”, es clarísimo que sus verdaderas notas como gobernante en cifras de inflación y todo el desgobierno al que llevó a Perú nunca las mencionó y es fácil jaranearse palabreando ante un periodismo tan poco exigente como el de los reporteros de palacio. No faltaron en su perorata los insultos a los maestros y empleados públicos – “ociosos”, “comechados”, etc - y todo aquel que no comulgue con su credo y no se someta a su juicio, también tildando en términos despectivos a los nativos del oriente peruano por su negativa a aceptar sus imposiciones que otorgaban amplios terrenos de la Amazonía a inversores extranjeros – lo que nunca pensó en consultar previamente con los nativos afectados – y que terminaron en las matanzas en Bagua en el año 2009, demostrando la verdadera altura de estadista y humanista que guarda en el fondo. Es realmente impresionante y de comedia verlo discurseando sus solemnes moralinas – “hay que eliminar esas formas de hacer política”, su cantinflesco llamado a “la reforma del alma” – como si tuviese la autoridad respectiva; el funcionario público mas incompetente de la historia republicana del Perú se atribuye la autoridad ética de evaluar y calificar a todo el mundo que tiene la desgracia de caer bajo su línea y su objetivo. En realidad lo que merecería evaluarse y someterse a un polígrafo en el Perú es a toda la clase política desde el ejecutivo y el legislativo infestado de seres algunos de ellos mas emparentados cívicamente al hampón conocido como Momón e intelectualmente a los solípedos.
- Hoy Alan García deambula orondo en la gloria del poder, se dio el tiempo de escribir un libro “El perro del Hortelano” donde emula doctrinariamente al propio Adam Smith y se convierte en un paladín del Status Quo económico del que alguna vez renegó en sus intrascendentes escritos anteriores. El llamado del populismo lo vuelve a seducir por momentos y lo lleva a algunos actos demagógicos como los que involucran al Banco de materiales, maldice a una empresa de espionaje de comunicaciones que destapó la aún vigente corrupción dentro del alto mando de su partido lo que era natural lo incomode. Siempre resguardado por la mordacidad y fidelidad de sus mastines políticos, los felpudones y piquichones Mauricio Mulder, Mercedes Cabanillas y Jorge del Castillo a quienes su admiración por su líder los lleva a imitar conscientemente o no su talante petulante en cada intervención mediática, el bajo arte de la política permite jactancias que quedan como un onírico e imaginario triunfo en la subjetividad de los fanfarrones de este mundillo. El líder de un partido magistral en el acomodo político y cada vez más alérgico a los principios – ideológicos y de valores generales –, tiene aún un largo camino por recorrer en la vida nacional; acomodado económicamente producto de los expolios de su primer gobierno está en una misión mesiánica de servir a un país del cual alguna vez se sirvió y que en gran porcentaje le acoge sus histrionismos como revelaciones divinas de algún culto isleño primitivo. Alan García en sus delirios vive ya en su reino y paraíso, no necesitará visitarlo post mortem.