ALBERTO FUJIMORI

Quisiste ser tirano eterno sin sanción

pero de historia libros debiste revisar

que sobre Sátrapas dejan sabia lección

que ellos felices rara vez han de acabar.

Valiente al cobijo de un bruto cachaco

raudo un día de Noviembre de repente

cuando huiste con agilidad de un Caco

directo a la embajada del Sol naciente.

.

Secundado por un vil demente

a tu banda permitiste saquear

por la cual hoy merecidamente

en algún penal han de moquear.

Recuerdas tus pachangas en nostalgia

cumbias, Rossy y el muy feo Romero

tan adorables como brutal odontalgia

no dudaron en zafarse de tí primero.

¡Chino! ¡Chino! rebuznaba el gentío

más fíjate que ingrata esa multitud

ya sin propina sienten por tí hastío

y te abandonan en cautiva senectud.

Aquella celda, justa y dorada maldición

a reflexionar tu malvada vida invitará

y arrepentirse con cristiana devoción

tiempo para ello de seguro no faltará.