viernes, 29 de octubre de 2010
EL BOFETON PRESIDENCIAL
Quien ha osado llamarme corrupto
a mí, solemne y cristiano dignatario
por eso respondo bravo ese abrupto
luego vendré con cuento estrafalario.
Los Mirage, París, Naplo y el Frontón
todos acudieron insolentes a mi mente
de ellos ningún acusete me probó razón
ni tampoco desmentí fehacientemente.
Bendita justicia la de los noventa
jamás nunca osó tocar a la realeza
así me deshice de cada vil afrenta
y volví a la cumbre de la nobleza.
Nadie a este búfalo ofenda en nada
pues aunque con la verdad me agreda
recibirá paliza con puño o patada
ya verá problema en que se enreda.
Como harta muestra han haber visto
en el verbo tengo habilidad de felino
que envidiaría el mismísimo Cristo
aunque trague como un voraz porcino.
Pero si me hincan en el gordo orgullo
se acabó mi gentil y educado susurro
armaré con mis matones gran barullo
y pegaré como un energúmeno burro.
Ya lo saben….
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Epigramas de Marcial S. XXI
viernes, 8 de octubre de 2010
EN RECUERDO DE PERUANOS DE SEGUNDA CLASE
- Desde que se tiene memoria histórica, gran parte de la sociedad y clase política capitalina peruana ha observado tradicionalmente a la cultura trasandina y sus actores con abierto desdén o condescendencia hipócrita, pero esto nunca fue mas evidente que cuando se ha llevado a discusión las responsabilidades en cuanto a la lucha del estado peruano contra las hordas terroristas de Sendero Luminoso donde los abusos contra la población civil fueron de la crueldad mas espeluznante. Todas las discusiones recientes al respecto solo consideran el punto de vista de las Fuerzas Armadas, y en absoluto ignoran el derecho a la justicia de las víctimas y sus deudos por su intrínseco defecto de pobreza e insignificancia social.
- Muestras de ese descarado desprecio e irrespeto para las víctimas masacradas durante la lucha antisubversiva han sido los repetidos intentos de amnistía mediante leyes propuestas por los sectores mas oscuros y radicales de la derecha peruana, contando con el apoyo de la bimoral iglesia católica peruana pero felizmente abortados por la presión de la opinión pública entre los que se ha contado también la voz principista del novelista Mario Vargas Llosa cuando se intentó imponer el nefasto y felizmente difunto Decreto legislativo 1097 del año 2010. Las organizaciones de Derechos Humanos que han levantado sus voces de apoyo al derecho de justicia de las víctimas de las FFAA en esta guerra, han sido alegre e instintivamente calificadas como pro terroristas por los viles y serviles alineados en la misma trinchera séptica. Nadie en sano raciocinio puede apoyar tampoco los actos criminales de Sendero Luminoso, una secta diabólica embriagada con una ideología fanática que colocaba al ser humano como cimiento pisoteable de su credo político. Pero por lo menos el senderista era un delincuente a quien no se puede pedir actos de conciencia humana sino solo queda condenarlo y repudiarlo en todo sentido.
- ¿Alguna vez algún peón del sistema habrá intentado ponerse en el lugar de los más débiles en medio de esas guerra?, por un momento, tal vez costaría poco imaginarse – aunque la propia imaginación sea un ínfimo espejismo al lado de las vivencias reales – lo que debieron sentir esos seres humanos triturados en su esencia humana por la brutalidad del viejo sistema. Las FFAA desde la época del Latifundismo en la serranía peruana siempre anduvieron prestas al servicio de los hacendados en sus tropelías contra el campesino, pero eso palidecería ante lo que estos vivirían durante la guerra entre el Estado y el terrorismo criminal.
- Un día cualquiera de una vida ya desquiciada por el terror del salvajismo senderista, los comuneros de un pueblo X divisaban a lo lejos entre las líneas dibujadas en las laderas de las montañas acercarse a la soldadesca amenazante, era el glorioso ejército peruano siempre perdedor en las reyertas vecinales del tercer mundo pero ahora viril en disposición de aniquilar a los indefensos que de repente se encontraron en medio de los fanáticos de una ideología marxista polpotiana y un sistema reaccionario igual de vil.
- El bruto que dirigía a esas hienas, estaba instruido elementalmente con el lema “el mejor terrorista es el terrorista muerto” – entiéndase por terrorista a TODO ser humano habitando en esas tierras incluyendo embriones, fetos, niños y niñas, ancianos, mujeres etc. – e ingresaba ordenando a la población de la única forma que sabía – ladrando en voz alta – reunirse en la plaza del pueblo, a veces para cantar antes el himno del bárbaro país que victimas y victimarios por desgracia compartían.
- Si la situación relajada lo permitía, antes había que violar mujeres, después de todo, los animales inferiores tienen esa necesidad básica de forma más apremiante que el resto de los animales y deben dar rienda suelta a ese inevitable instinto primitivo, el bruto mayor por supuesto aprobaba el clamor de la soldadesca. Las mujeres estas, eran tremendamente culpables de no poseer apellidos de alcurnia que influyan ante la justicia, de no ser tan afortunadas ser amantes de altas cualidades de algún político palaciego, de no tener hijos notables en la decadente sociedad citadina; en el país donde para infeliz suerte nacieron ellas no tenían voz aunque un clásico cómic titulado Constitución Política del Perú así lo afirmaba.
- Luego de una caprichosa selección de las prontas víctimas – como quien selecciona al ganado para el cadalso – jactándose los brutos de su poder sobre la vida, de su efímera gloria que los equiparaba al sanguinario dios de las cruzadas, los comuneros eran reunidos amenazados por las armas, lo siguiente era cavar sus propias fosas, en ese momento debían horadar el suelo no para sembrar el sustento de la vida como siempre lo hicieron, sino para arrancarlos hamponescamente de ese milagro de la naturaleza que la vida; a algunos el terror debió paralizarles las extremidades y el habla hasta que un bruto cachaco rebuznando alto con su lenguaje soez e inmisericordes golpes desde su ventajosa posición debieron hacerlos reaccionar para cavar más rápido el lugar de su inminente entierro. Tal vez recién estos seres entendían que sus existencias, su vida que floreció como encarnación consciente de ese campo que labró con su digno esfuerzo estaba pronta a sucumbir de la forma mas injusta. Allí entonces mientras eran llevados se hizo presente el llanto rogatorio de la mujer andina, el llanto mas sentimental y sincero que pueda existir, un llanto labrado sufriente por los siglos de oprobio contra sus hermanos y antepasados, las súplicas de las madres con esas lágrimas de inmensa sinceridad – no existen lágrimas mas sinceras que las del dolor ayacuchano – pidiendo compasión son tan puras como para romper el corazón más duro, pero éstas no significaba nada para estos soldados católicos que luchaban su cruzada por la gloria de su dios y del sistema lujuriosamente hermanados. Los condenados a muerte también rezaban al mismo dios que mediante su banda católica algún día velaría por sus asesinos, rezaban como una ilusa esperanza de perdonar sus pecados terrenales y ser acogidos en ese inexistente espejismo de cuento de hadas que conocían como paraíso.
- La inocencia campestre de los condenados tal vez antes que rezar solo pensaba en ese momento el destino de los suyos, de la chacra, las gallinas y todo lo que formó parte de su sencilla pero diáfanamente bucólica visión del mundo, ¿Sabrían esos condenados ad portas de la muerte que en el futuro ese cobarde crimen no merecía consideración alguna para los parásitos del poder que solo saben vivir de la abyecta política de conveniencias, de complots y bajezas de espíritu?, ellos no se imaginaban que los jerarcas del futuro les negarían la condición humana y cualquier intento de acceso a la justicia póstuma, No se imaginaban que esos dioses en quienes tanto creyeron y a quien tanto le imploraron por salvar sus vidas no existían, nunca existieron – cosa que en unos minutos al morir lo confirmarían – y no estarían allí para defenderlos y es más, sus fanáticos y poderosos sacerdotes radicales los despreciarían en el fondo por ser míseros campesinos, ser peruanos de segunda clase y que más bien algún día abogarían por sus asesinos.
- De repente antes de darle coherencia a sus últimos pensamientos el vómito de balas arremetió contra sus humanidades haciendo salpicar sus entrañas y convirtiendo sus cuerpos en inercias perpetuas, los ruegos se silenciaron en ese momento ante el orgullo de la jauría castrense y el consecuente dolor, impotencia y porque no, justificada rabia de los deudos ante el abuso, pero el clamor por la justicia por esos actos nunca debió extinguirse so pretextos inmundos. En esos días la palabra justicia era un ideal inalcanzable para un hombre del llano, pero los nuevos tiempos luego de la derrota del senderismo homicida no serían mejores para la justicia convertida ahora en mujerzuela de poderosos y mezquinos. Entre la pléyade de repugnantes serviles que años después blindarían con su poder y mediocridad adulo-castrense a los asesinos destacaría con pus propia un pérfido reprimido y fanático religioso que alcanzó el sétimo cielo ejerciendo el cargo de ministro de defensa – afortunadamente en tiempos de paz conociendo su excéntrica incompetencia – donde pudo dar rienda suelta a sus pasiones admiradoras por la soldadesca animado por quien sabe que aberrantes ideales. ¿Que clase de conciencia humana puede mirar debajo del hombro como anécdotas fútiles la muerte masiva, injusta y ventajosa de sus congéneres?, pues la misma que observó con naturalidad y alegría los genocidios de los cruzados, inquisidores, evangelizadores del nuevo mundo y autores de pogromos. Cuando la conciencia católica, la vileza de espíritu, fanatismo político y cultura combi chicha se amalgaman, resulta para desgracia humana ese engendro bárbaro llamado Perú.
NUESTRA LASITUD CIVICA
- Las sociedades son tan multicolores y desconcertantes como para provocar el atribuirle toda variedad de orígenes, calificaciones o explicaciones. El mosaico de primates que según una leyenda empezó desparramarse desde lo alto de una torre en Babilonia no pudo terminar mas dispar y/o disparatado para regocijo de las inquietudes de sociólogos, filósofos e historiadores. En sus orígenes, las tribus que germinaron las futuras sociedades, se favorecieron de diversos entornos que influyeron en sus caracteres, se nutrieron de culturas propias o ajenas – en el último casi no siempre por voluntad propia –, también se matizaron feliz y eventualmente de algunas luces ilustradas y luego de conocer vicisitudes propias de nuestra violenta evolución social, dieron como resultado eso en lo que terminamos hoy, que llamamos mundo. El concerniente estudio académico de las distintas costumbres e idiosincrasias de nuestra fauna homínida, llena volúmenes de información que consignan desde barbaridades aberrantes hasta unas pocas civilizaciones de envidiable nivel cívico, ¡Todas conviviendo en la misma y maltratada esfera celeste!.
- Así, en un capítulo irrelevante de ese enciclopédico acopio puede encontrarse el apartado sobre Perú, un rincón geográfico de exuberante belleza natural, con una sociedad donde convive una multitudinaria feligresía de una religión que predica entre otros valores a la honradez, pero cuyos fieles celebran toda clase de bacanales en una perpetua orgía moral y política, expresando esta afinidad en sus preferencias electorales que le permiten un acostumbrado liderazgo en las encuestas a una selección de afortunados rufianes.
- En la sociedad peruana en tiempos de Gonzales Prada, había que apretar para hacer brotar la pus; en el Perú de hoy, esa pus emerge espontánea como por un géiser de Yellowstone y por momentos pareciera lanzarse por la boca del Etna, la atmósfera de la política peruana tiene el inevitable tufo nitrogenado de una sociedad rendida ante su putrefacción jerárquica. Faenones, lobbys, Conviales, Comunicores parecen ya integrarse no solo al vocabulario rutinario del vulgo, sino, y lo peor de todo parecen aceptarse con naturalidad como parte del paisaje y una forma de vida quasidecente que no amerita censuras éticas ni electorales para sus taimados y criollazos gestores.
- Veamos, para empezar una dinastía de íconos de la taradez intelectual nacional, pero que pueden jactarse de una apreciable bolsa cautiva electoral por el solo “mérito” de llevar el apellido de un padre merecidamente preso, con una líder sin luces de ningún tipo pero sí tontas sonrisas simpáticas y un morro ariqueño para explicar los gastos invertidos en los estudios y ella y el resto de su banda familiar; luego, otra estrella de nuestra democracia es un funcionario edil escasamente expresivo, pero sí eximio maquillador contable para inflar hasta la estratosfera los presupuestos de las millonarias obras de Lima, liderando una pandilla especializada en esquilmar el parque automotor limeño, y que puede orondamente embolsarse respetables 14 millones de un solo zarpazo en un nauseabundo negociado indecomunicoroso ante la vista pasiva y complaciente de sus electores y que como todo lo prevé, esos mismos esbirros en unos meses mas – previo ritual electoral – manejarán jugosos presupuestos en algunos opulentos ministerios, los que engordarán sus hamponescas cuentas; también tenemos en el menú electoral, la chaveta de un presidente regional portuario, líder de una gavilla caponesca, probadamente astuto y hábil en finanzas de las que desvían aguas al molino propio y protagonista de explícitos filmes sobre negociados corruptos dignos de Oliver Stone pero filmados en la salita del SIN, capaz de tapar el sol de la mugre con su dedo medio y torear toda legítima acusación con ayuda de los compinches aprosos. Del partido de la estrella y la casa del pueblo, en materia de corrupción y desverguenza, también todo está dicho y fresco, aunque también en materia de criollismo mal entendido hay mucho que desenterrar en su historia tapándose la nariz. Esa es la jerarquía política, la crema y hez nata de la picardía dirigente de esta tribu llamada Perú.
- Así anda nuestro civismo, ¿Qué nos diferencia de un asentamiento de simios elementales incapaces de discernir entre lo bueno y lo malo, entre lo correcto y lo aberrante éticamente?, no mucho por lo visto y vivido, ¿porque el cinismo histriónico del pícaro de la política peruana es tan convincente?, quizás porque acá decidimos fundar el paraíso de los granujas de la oratoria y la simpatía política, en esta multitud de ciudadanos tan rentables electoralmente, fáciles de entretener con maniobras de circo y mediateces de calzón, domesticables con agasajos llenos de baratijas, sorbos chuscos y primitivos ritmos estridentes. Pensar que a unos cuantos kilómetros mas al sur y cruzando la frontera es posible huir de esta sociedad intoxicada en su propia fermentación. La civilización puede estar tan lejana dentro de si mismo y tan cercana en la geografía física a la vez.
NUESTROS POLITICOS
Si de llegar a fácil opulencia se trata
en el país de cumbiambera manada
es requisito ser emparentado a la rata
y aprovechar buena oportunidad dada.
Un jugoso aporte a la campaña
no indispensable verbo florido
pero eso sí muy grande maña
y cabeza de lista será escogido.
Gentuza de pésima reputación
mejor aún si burro y abyecto
para ocupar tan jugosa posición
será siempre candidato perfecto.
La fórmula está muy clara y pura
harta demagogia y grueso pellejo
y la impune curul estará segura
para feliz y creso llegar a viejo.
Hora de la dentadura equina afilar
se acerca un apetecible sufragio
hay que al votante impresionar
aunque le garantice un naufragio.
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Epigramas de Marcial S. XXI
LOS CURAS CATOLICOS
Viviendo de primitiva fábula
cómoda vida es su menester
historial pródiga en mácula
pero presta volver a cometer.
Arpías babilonias en historia
duchos intrigando en el poder
bueno es el olvido sin memoria
para eternizar su arte de joder.
A nombre del señor gobernaron
desprovistos no pocos de virtud,
promiscuos a escondidas amaron
colmados de lujuriosa juventud.
Herejes, sabios y voladoras
ardorosas fogatas probaron
en sus más intolerantes horas
que inocentes miles mataron.
Para con débiles, mordacidad
y tibia el agua para poderosos
nunca así Jesús obró caridad
restregando mas bien viciosos.
Borgias, Francos y otros pillos
bendecidos llevan tu emblema
fueron poco santos monaguillos,
pero la conciencia sin problema.
Hasta San Cirilo y su ruindad
tan soberbio criminal cultural
el más gran de la humanidad
se jacta tener infame santoral.
Paladines dícense ante la muerte
No al aborto rezan alegre rumba
pero sucumban luego a su suerte
y en hambre acuéstense a la tumba.
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NUESTROS ABOGADOS
En esta orbe de absurdo cotidiano
donde cada disparate es posible
como es testigo cada ciudadano
la vida se hace no poco risible.
Para depredar en algún fulano
hay quien de gángster se recibe
con verduguillo o bala en mano
y otros que una cátedra concibe.
Con el descaro y las leyes
como aliadas en buen traje
se cebarán como bueyes
con suculento porcentaje.
Convertir en santo al bandido
y en víctima al pobre diablo
virulento oficio de forajido
Dios perdone verdad hablo.
Con recursos, habeas y mañas
apelan hasta que prescripción
se acomode a sus patrañas
librando angelito de sanción.
Líbrense de en sus manos caer
en trinchera común o del frente
pues es la peor pena merecer
excepto para rufianesca gente.
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NUESTROS POLICIAS
Señora ley merodea carretera
la papeleta acecha a traición
pues sabe inagotable cantera
para depredadora comisión.
Cual Romeo cada agente ducho
hará gala de adulteras andanzas
por eso trabajar deben mucho
para alimentar terceras panzas.
Bien dice la honesta verdad
amistad de policía no dura
pues en primera oportunidad
te pasará insensible factura.
En aduana, puerto o frontera
en costa, sierra ó mejor, selva
sabrá exprimir alguna cartera
para que en opulencia vuelva.
Desde gasolinas hasta varas
dejarán jugosos dividendos
pues bien duras son sus caras
para inadvertirse pudendos.
El honor es su divisa
contados la observan
ellos valen una misa
el resto asco enervan.
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JUAN LUIS CIPRIANI
Derechos humanos, esa cojudez
lo recuerda fielmente la historia
como tu mas relevante sandez
digna de un museo de la escoria.
Cotorra de largo manto
y mérito de repugnancia
el incauto te crea santo
sumiso en su ignorancia.
Cordero falso en la misa,
es lo mejor para el puro
repelerte a urgente prisa
evitar tu sermón oscuro.
Dechado sois de procacidad
maestro en la intriga falaz
así es tu rutinaria intimidad
cual ordinario lenguaraz.
Pese a su expediente bermejo
consagras al ruin genocicida
y como devoto de San Pendejo
de seguro tendrás larga vida.
Opus fascista os engendró
seguid ejemplo de Drácula
como curita Escrivá ordenó
usufructuéis la santa fábula.
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TONGO
Cuan devaluado que anda el mundo
rinde culto a cada vulgar jumento
tributa honores a cualquier inmundo
que infesta todo lugar y momento.
Refinado como escandaloso porcino
una hiena envidiaría tu oportunismo
de toda situación muerdes buen tocino
haciendo gala de inigualable cinismo.
Oronda divisa de peruana pobreza
ídolo de nuestra troglodita cultura
castigo es soportar tan obesa bajeza
que ofensa de tan inmensa estatura.
Eminencia en el arte del ridículo
conviertes en oro la ignorancia
por ello que nunca te falta émulo
para deleite de la repugnancia.
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jueves, 7 de octubre de 2010
El serenazgo y ambulantes
Ambulante soy, proletario soy
reza obrando honesto migrante
por quien manos al fuego doy
y empuja digno su vida adelante.
Es de una recua ese vil galopar?
no, es violento trote de sereno
dispuesto a en su cuello trepar,
su ruido no anuncia nada bueno.
Implacables tras el ambulante
la autoridad dizque le asiste
cual bruto gorila van delante
y en ellos masa gris inexiste.
Para el sr. alcalde sí carta libre
vaya al arca municipal saquear
mas el pobre humilde hombre
por trabajar se deberá apalear.
El mundo se hizo para el pendejo
los ediles esquilman millones
el populacho rasca el pellejo
que suerte la los bribones.
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Epigramas de Marcial S. XXI
Nuestras autoridades y sus obras
Yo hablo con obra, yo hago obra
vocifera orondo opaca autoridad
a quien ingenio en nada le sobra
para disimular su ruin voracidad.
Pues harto sabido es en la patria nuestra
que obra y cutra son inevitables siamesas
así cada carnaval de obras lo demuestra
llenandole a bandidos opulentas mesas.
Que robe, pero eso sí que haga obra
lo exime su desinteresado electorado
aunque tenga las mañas de una cobra
pues por su voto regala pan y pescado.
Solo el hacer obras es buen gobernar
razona con tal pobreza de intelecto
albañilero quien se merece condenar
y por quien el votante siente afecto.
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