lunes, 5 de agosto de 2019
miércoles, 29 de mayo de 2013
LAS JARANAS DE DOÑA KEIKO
Digna delfina de tan pintoresca dinastía
la fortuna te cayó en cálida primavera
tu papi se encontró palaciega pasantía
y mutaste de sapo a princesa heredera.
El poder te embriagó hasta la mezquindad
Doña Susana váyase al injusto destierro
yo a papi apoyaré en toda su vil maldad
pues su sobaco es la autoridad de hierro.
En Boston estudiamos con dinero pillado
con mis hermanos la cutra disfrutamos
el cuento que a los cojudos le han contado
es que con con una chacrita la pagamos.
De las cutras familiares me haré la cojuda
total, desde los Prado hasta los García
esquilmaron esta patria de gente boluda
y ni sonsos, dejaremos vacía la alcancía.
Clamas por la jaula del jefe de la banda
la obra teatral ya está bien montada
burda farsa para evitar merecida tanda
de quien merece justiciera cachetada.
Por tus kilos, con Porky te han comparado,
que afrenta vil para con tan noble chanchito
tú vives de la chusma sin haberte esmerado
y él nunca picó del Estado ni medio cachito
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Epigramas de Marcial S. XXI
viernes, 3 de mayo de 2013
EL INDULTO A FUJIMORI
Piedad, desde mi dorada celda suplico,
gracia humana que de mí nadie obtuvo
cuando soberbio de poder como un mico,
aplasté a todo rival político que anduvo.
Ya con mi incómodo bulto oral,
gané pendejamente cada elección,
dicté cátedra de gobierno amoral
y fugué como malandro de acción.
Postulé a mi parlamento natal,
afané a Satomi y luego a Gina,
eso comprueba mi salud fatal
y demuestra que tengo esquina.
Mi drama está ya bien montado,
mis adulones de siempre prestos
y fieles mayordomos por su lado
todos quieren salvar mis restos.
Favor os pido a Ud. Sr. Humala,
me consume este encierro lujoso
yo, que del poder abusé a la mala
quiero otro privilegio decoroso.
Mis víctimas, quédense a un lado
me quieren como un eterno canario
yo, a ellos siempre he despreciado
pues me hicieron un vil presidiario.
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lunes, 23 de mayo de 2011
Nuestras Mesalinas faranduleras
Una revolcada con el pelotero de moda
o protagonismo en alguna buena orgía
y en estrellato arribará a modo de joda
con prensa como automática compañía.
Infalible receta para llegar a celebridad
escrúpulos y valores váyanse al inodoro
su calzón sucumba fácil a la gravedad
y se abrirá de par en par la veta de oro.
Como vaso de agua, nunca se niegan
mientras hable el contante y sonante
así, por colchones sus bondades riegan
y en público muestran orondo talante.
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domingo, 22 de mayo de 2011
El Estado peruano
En julio de cada lustro juran honrarte
con gesto harto solemne y taciturno,
mas, la mera intención es depredarte
y engordar al gran roedor de turno.
Como su talento no sirve ni alcanza
para la opulencia que el mísero aspira
tus arcas son la fuente de su bonanza
que ya luego justifica con vil mentira.
Tan inútiles tu contraloría y tus leyes
cuando el apetito de esas hienas acecha
y en tu riqueza se ceban como bueyes
abandonándola exhausta y maltrecha.
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viernes, 29 de octubre de 2010
EL BOFETON PRESIDENCIAL
Quien ha osado llamarme corrupto
a mí, solemne y cristiano dignatario
por eso respondo bravo ese abrupto
luego vendré con cuento estrafalario.
Los Mirage, París, Naplo y el Frontón
todos acudieron insolentes a mi mente
de ellos ningún acusete me probó razón
ni tampoco desmentí fehacientemente.
Bendita justicia la de los noventa
jamás nunca osó tocar a la realeza
así me deshice de cada vil afrenta
y volví a la cumbre de la nobleza.
Nadie a este búfalo ofenda en nada
pues aunque con la verdad me agreda
recibirá paliza con puño o patada
ya verá problema en que se enreda.
Como harta muestra han haber visto
en el verbo tengo habilidad de felino
que envidiaría el mismísimo Cristo
aunque trague como un voraz porcino.
Pero si me hincan en el gordo orgullo
se acabó mi gentil y educado susurro
armaré con mis matones gran barullo
y pegaré como un energúmeno burro.
Ya lo saben….
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viernes, 8 de octubre de 2010
EN RECUERDO DE PERUANOS DE SEGUNDA CLASE
- Desde que se tiene memoria histórica, gran parte de la sociedad y clase política capitalina peruana ha observado tradicionalmente a la cultura trasandina y sus actores con abierto desdén o condescendencia hipócrita, pero esto nunca fue mas evidente que cuando se ha llevado a discusión las responsabilidades en cuanto a la lucha del estado peruano contra las hordas terroristas de Sendero Luminoso donde los abusos contra la población civil fueron de la crueldad mas espeluznante. Todas las discusiones recientes al respecto solo consideran el punto de vista de las Fuerzas Armadas, y en absoluto ignoran el derecho a la justicia de las víctimas y sus deudos por su intrínseco defecto de pobreza e insignificancia social.
- Muestras de ese descarado desprecio e irrespeto para las víctimas masacradas durante la lucha antisubversiva han sido los repetidos intentos de amnistía mediante leyes propuestas por los sectores mas oscuros y radicales de la derecha peruana, contando con el apoyo de la bimoral iglesia católica peruana pero felizmente abortados por la presión de la opinión pública entre los que se ha contado también la voz principista del novelista Mario Vargas Llosa cuando se intentó imponer el nefasto y felizmente difunto Decreto legislativo 1097 del año 2010. Las organizaciones de Derechos Humanos que han levantado sus voces de apoyo al derecho de justicia de las víctimas de las FFAA en esta guerra, han sido alegre e instintivamente calificadas como pro terroristas por los viles y serviles alineados en la misma trinchera séptica. Nadie en sano raciocinio puede apoyar tampoco los actos criminales de Sendero Luminoso, una secta diabólica embriagada con una ideología fanática que colocaba al ser humano como cimiento pisoteable de su credo político. Pero por lo menos el senderista era un delincuente a quien no se puede pedir actos de conciencia humana sino solo queda condenarlo y repudiarlo en todo sentido.
- ¿Alguna vez algún peón del sistema habrá intentado ponerse en el lugar de los más débiles en medio de esas guerra?, por un momento, tal vez costaría poco imaginarse – aunque la propia imaginación sea un ínfimo espejismo al lado de las vivencias reales – lo que debieron sentir esos seres humanos triturados en su esencia humana por la brutalidad del viejo sistema. Las FFAA desde la época del Latifundismo en la serranía peruana siempre anduvieron prestas al servicio de los hacendados en sus tropelías contra el campesino, pero eso palidecería ante lo que estos vivirían durante la guerra entre el Estado y el terrorismo criminal.
- Un día cualquiera de una vida ya desquiciada por el terror del salvajismo senderista, los comuneros de un pueblo X divisaban a lo lejos entre las líneas dibujadas en las laderas de las montañas acercarse a la soldadesca amenazante, era el glorioso ejército peruano siempre perdedor en las reyertas vecinales del tercer mundo pero ahora viril en disposición de aniquilar a los indefensos que de repente se encontraron en medio de los fanáticos de una ideología marxista polpotiana y un sistema reaccionario igual de vil.
- El bruto que dirigía a esas hienas, estaba instruido elementalmente con el lema “el mejor terrorista es el terrorista muerto” – entiéndase por terrorista a TODO ser humano habitando en esas tierras incluyendo embriones, fetos, niños y niñas, ancianos, mujeres etc. – e ingresaba ordenando a la población de la única forma que sabía – ladrando en voz alta – reunirse en la plaza del pueblo, a veces para cantar antes el himno del bárbaro país que victimas y victimarios por desgracia compartían.
- Si la situación relajada lo permitía, antes había que violar mujeres, después de todo, los animales inferiores tienen esa necesidad básica de forma más apremiante que el resto de los animales y deben dar rienda suelta a ese inevitable instinto primitivo, el bruto mayor por supuesto aprobaba el clamor de la soldadesca. Las mujeres estas, eran tremendamente culpables de no poseer apellidos de alcurnia que influyan ante la justicia, de no ser tan afortunadas ser amantes de altas cualidades de algún político palaciego, de no tener hijos notables en la decadente sociedad citadina; en el país donde para infeliz suerte nacieron ellas no tenían voz aunque un clásico cómic titulado Constitución Política del Perú así lo afirmaba.
- Luego de una caprichosa selección de las prontas víctimas – como quien selecciona al ganado para el cadalso – jactándose los brutos de su poder sobre la vida, de su efímera gloria que los equiparaba al sanguinario dios de las cruzadas, los comuneros eran reunidos amenazados por las armas, lo siguiente era cavar sus propias fosas, en ese momento debían horadar el suelo no para sembrar el sustento de la vida como siempre lo hicieron, sino para arrancarlos hamponescamente de ese milagro de la naturaleza que la vida; a algunos el terror debió paralizarles las extremidades y el habla hasta que un bruto cachaco rebuznando alto con su lenguaje soez e inmisericordes golpes desde su ventajosa posición debieron hacerlos reaccionar para cavar más rápido el lugar de su inminente entierro. Tal vez recién estos seres entendían que sus existencias, su vida que floreció como encarnación consciente de ese campo que labró con su digno esfuerzo estaba pronta a sucumbir de la forma mas injusta. Allí entonces mientras eran llevados se hizo presente el llanto rogatorio de la mujer andina, el llanto mas sentimental y sincero que pueda existir, un llanto labrado sufriente por los siglos de oprobio contra sus hermanos y antepasados, las súplicas de las madres con esas lágrimas de inmensa sinceridad – no existen lágrimas mas sinceras que las del dolor ayacuchano – pidiendo compasión son tan puras como para romper el corazón más duro, pero éstas no significaba nada para estos soldados católicos que luchaban su cruzada por la gloria de su dios y del sistema lujuriosamente hermanados. Los condenados a muerte también rezaban al mismo dios que mediante su banda católica algún día velaría por sus asesinos, rezaban como una ilusa esperanza de perdonar sus pecados terrenales y ser acogidos en ese inexistente espejismo de cuento de hadas que conocían como paraíso.
- La inocencia campestre de los condenados tal vez antes que rezar solo pensaba en ese momento el destino de los suyos, de la chacra, las gallinas y todo lo que formó parte de su sencilla pero diáfanamente bucólica visión del mundo, ¿Sabrían esos condenados ad portas de la muerte que en el futuro ese cobarde crimen no merecía consideración alguna para los parásitos del poder que solo saben vivir de la abyecta política de conveniencias, de complots y bajezas de espíritu?, ellos no se imaginaban que los jerarcas del futuro les negarían la condición humana y cualquier intento de acceso a la justicia póstuma, No se imaginaban que esos dioses en quienes tanto creyeron y a quien tanto le imploraron por salvar sus vidas no existían, nunca existieron – cosa que en unos minutos al morir lo confirmarían – y no estarían allí para defenderlos y es más, sus fanáticos y poderosos sacerdotes radicales los despreciarían en el fondo por ser míseros campesinos, ser peruanos de segunda clase y que más bien algún día abogarían por sus asesinos.
- De repente antes de darle coherencia a sus últimos pensamientos el vómito de balas arremetió contra sus humanidades haciendo salpicar sus entrañas y convirtiendo sus cuerpos en inercias perpetuas, los ruegos se silenciaron en ese momento ante el orgullo de la jauría castrense y el consecuente dolor, impotencia y porque no, justificada rabia de los deudos ante el abuso, pero el clamor por la justicia por esos actos nunca debió extinguirse so pretextos inmundos. En esos días la palabra justicia era un ideal inalcanzable para un hombre del llano, pero los nuevos tiempos luego de la derrota del senderismo homicida no serían mejores para la justicia convertida ahora en mujerzuela de poderosos y mezquinos. Entre la pléyade de repugnantes serviles que años después blindarían con su poder y mediocridad adulo-castrense a los asesinos destacaría con pus propia un pérfido reprimido y fanático religioso que alcanzó el sétimo cielo ejerciendo el cargo de ministro de defensa – afortunadamente en tiempos de paz conociendo su excéntrica incompetencia – donde pudo dar rienda suelta a sus pasiones admiradoras por la soldadesca animado por quien sabe que aberrantes ideales. ¿Que clase de conciencia humana puede mirar debajo del hombro como anécdotas fútiles la muerte masiva, injusta y ventajosa de sus congéneres?, pues la misma que observó con naturalidad y alegría los genocidios de los cruzados, inquisidores, evangelizadores del nuevo mundo y autores de pogromos. Cuando la conciencia católica, la vileza de espíritu, fanatismo político y cultura combi chicha se amalgaman, resulta para desgracia humana ese engendro bárbaro llamado Perú.
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